Este 22 de noviembre se cumplen 11 años de la instalación del Gobierno de Transición presidido por el Dr. Valentín Paniagua, preclaro ejemplo de decencia, pericia, coraje, seriedad y austeridad en la conducción de la institución de la Presidencia de la República, en momentos de profunda crisis como la que vivíamos en los días del desmoronamiento de la cleptocrática dictadura del régimen fujimontesinista.
Es bueno recordar el acontecimiento, especialmente para información y análisis de la juventud. La histórica etapa de 8 meses de transición, resulta de la lucha de los sectores democráticos en las calles y en el Congreso, tras una corajuda batalla parlamentaria que logró desplazar a la mayoría fujimontesinista de la Meza Directiva, acortar el periodo congresal a un año, declarar la incapacidad moral del presidente y vacarlo en su cargo del que quería “librarse” con una cobarde fuga y una vergonzosa renuncia vía fax desde Japón. Ese Congreso, supo sostener en Palacio al presidente elegido por concertación de las fuerzas democráticas.
El presidente Paniagua, honró el encargo, restableciendo el orden democrático y constitucional, realizando elecciones limpias, instalando el portal de transparencia del Estado, poniendo en acción la iniciativa anticorrupción y las mesas de diálogo, y buscando la unidad nacional como base de la prosperidad. Para salir de la crisis, con él, avanzamos en democracia, concertación y trasparencia, avance que debe continuar y fortalecerse, sobre todo en estos días de conflictos sociales.
La decisión del presidente Paniagua –tenía 80% de aprobación- y Acción Popular, de no participar como candidato a la presidencia en las elecciones del 2001 para evitar suspicacias y no empañar la superación de la crisis política y social, demuestra capacidad de renuncia a legítimas aspiraciones en pro del bienestar del país, que debemos ponderar.
La memoria del presidente Paniagua, pese a que no supimos reconocerlo en las ánforas, genera gratitud y ejemplo digno de emular.
Atentamente,
PEDRO MORALES MANSILLA
(Esta Carta, con algunas ediciones que no modifican el fondo, ha sido publicada por el Diario La República, el día 21 de Nov.)
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