martes

CIRCUITO TURISTICO ARTESANAL.

Escribe: Pedro Morales Mansilla.

Acabamos de celebrar el 191 aniversario de la Jura y Proclama de la Independencia del Perú en Lima el 28 de julio de 1821, acontecimiento que nos llama a recordar que estamos a tres meses y veintiún días de similar suceso, 192 aniversario de la Jura y Proclama de la Independencia del Perú en Huancayo el 20 de noviembre de 1820, en el lugar que hoy es la quinta cuadra de la calle Real. Estas Fiestas, aparte de exaltar nuestros sentimientos patrióticos, nos entusiasman para convocar la visita de turistas nacionales y extranjeros a que nos visiten y disfruten de los atractivos que exornan nuestro hermoso valle. Entonces, inevitablemente nos viene a la memoria el “Circuito Turístico Artesanal”.


Esta obra que por su naturaleza se convierte en uno de los pilares que sustenta el desarrollo turístico artesanal de nueve distritos del la Margen Izquierda del Río Mantaro que interconecta, y que entregamos en su primera etapa a fines de nuestro segundo periodo edil, espera su conclusión hace 13 años y 7 meses para ser exactos. Falta hacer realidad su pavimentación integral, los anillos turísticos correspondientes a cada distrito y la dotación de servicios básicos (SS.HH. públicos, paraderos, telefonía y otros) a lo largo de sus 40 kilómetros (Desde Palián en Huancayo, hasta San Jerónimo, entrando por Lastay). Es decir, la mezquindad política sigue impidiendo desarrollar y ejecutar el proyecto original que generó fundadas expectativas y esperanzas de convertir su infraestructura en un medio turístico de primer orden, acorde con la decisión que nos animó su construcción.

Por eso, el anuncio de su pavimentación hace tres años, fue motivo de alegría, por tratarse de un proyecto de impacto para el desarrollo socio-económico de nuestros pueblos ubicados al norte de Huancayo. Sin embargo, cundió el desencanto cuando comprobamos que el publicitado anuncio del gobierno regional en convenio con un gobierno local metropolitano solo se circunscribía a pavimentar un pequeño tramo y que en consecuencia no se había tomado en cuenta la culminación de las obras que contiene el trazo original en el sector comprendido entre Quichuay y San Jerónimo, pasando por el hermoso paraje de Lastay.

No importa que le hayan cambiado de nombre a ese pequeño tramo del “Artesanal” por el de “Catalina Huanca” en el sector de El Tambo, que por fin, luego de 10 años, lograron pavimentar –con evidentes deficiencias que se deben investigar-, lo que cuenta es que la obra se culmine como debe ser y de acuerdo a los estudios y diseño originales, dijimos.

Superada la anécdota, sabemos que su culminación, ES POSIBLE, ahora que como nunca antes se cuentan con instrumentos que hacen factible su realización y sobre todo con importantes recursos económicos. El proyecto es integral, incluye la construcción de paraderos, parques recreacionales, anillos turísticos y centros artesanales-hospedaje en cada distrito. Dejamos también normas para el manejo paisajista y el estilo de construcciones a ambos lados de la carretera, que por la evidencias, estarán empolvándose en algún anaquel de las instituciones competentes, pues el caos en este campo salta a la vista.

Si queremos fortalecer la dinámica del turismo, qué duda cabe, urge la culminación del proyecto “Circuito Turístico Artesanal”, “Catalina Huanca” o como quieran llamarlo. Es tiempo de priorizar la reanudación de las obras que faltan, consignando su financiamiento en el presupuesto de inversiones para el 2013, en esfuerzo conjunto entre el gobierno regional y las municipalidades beneficiarias, desterrando las mezquindades que impidieron a Duarte Velarde, Barrios Ipenza, Aliaga Castro y otros, hacer realidad una vía de incomparable atractivo turístico, decisiva en el crecimiento de la actividad artesanal del valle y pilar de su desarrollo integral, pues permite que el turista llegue, visite cada distrito, cada anexo; complementando con la semiautopista Huancayo-San Jerónimo el anillo turístico planificado.

Esto implica también de las autoridades que tienen la responsabilidad de normar la expansión urbana, tener el coraje de evitar radicalmente la irracional siembra de cemento en áreas agrícolas y de atractivo paisajista del valle. Hay que retomar la planificación del crecimiento, estamos a tiempo de salvar la belleza del Valle del Mantaro. Incluyamos en esta preocupación y decisión otros proyectos. Por ejemplo, no perdamos de vista las áreas de influencia de la Carretera Central, tramo Pilcomayo–Huayucachi -cuya pavimentación gestionamos- para que forme parte del circuito turístico “Wanka”, trazado interconectando pueblos de la Margen Izquierda con los de la Margen Derecha lado Sur de Huancayo, cuyas obras también iniciamos, permitiéndonos desarrollar el Circuito Ciclístico del mismo nombre, considerado Junto con el “Artesanal”, en la programación oficial de la Confederación Sudamericana de Ciclismo. Por lo menos, hasta 1998, eso era lo oficial.

Convirtamos a Huancayo en el “corazón del eje turístico del Valle del Mantaro”, plan que se venía ejecutando y se truncó desde 1999. Lástima, el proyecto no se ha concluido y su trayecto está insensiblemente abandonado en su mantenimiento.