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FISCALIZACIÓN A LOS FONDOS DE CAMPAÑAS ELECTORALES.

Amigos compartimos con ustedes el texto integro de la carta publicada por el Diario La República, el día Domingo 27-04-2014.  http://www.larepublica.pe/27-04-2014/cartas-27-04-2014

Señor Director:

Es conmovedora  la desesperación por “servir”, que exhiben ciertos  aspirantes  a candidatos a  autoridades regionales o locales; que en su objetivo no escatiman esfuerzo para empeorar los peligrosos niveles de contaminación en que vivimos, adicionando, en frenética popularización de nombres, su cuota de contaminación visual y desorden con la copiosa  instalación de pancartas, paneles, afiches y gigantescas pintas  en las paredes. Aunque en planes de gobierno van vacíos.

El ansia de “servicio” de estos aventureros de la política, a quienes “poco interesa” la relación del sueldo de autoridad con la  gigantesca inversión en sus “campañas”, es acentuada con regalitos, característica de los  protagonistas de la “política negocio” (gran artífice de la corrupción), fatalmente acicateada por la impunidad de la que gozan los responsables del   manejo cleptocrático de recursos públicos.

Esto, que atenta la tranquilidad y dignidad vecinal, es más turbadora en las jurisdicciones “ricas”, en las que  también hay candidaturas reeleccionistas  y por añadidura, importantes recursos económicos (ordinarios, transferencias, canon, impuestos, contribuciones, tasas, etc.). El “postula con la tuya” no pasa de un  slogan, y ante la publicidad estatal en período electoral el JNE no ve ni oye.

El  distrito de El Tambo, la provincia de Huancayo y GR en Junín; La Victoria en Lima, son  algunos claros ejemplos de esta realidad que  envilece nuestra democracia.

Los “destapes” en las municipalidades: provincial del Callao y distrital de San Juan de Lurigancho; así como en el gobierno regional de Áncash, son parte del rosario de casos similares en el país. La corrupción ha perfeccionado sus métodos a todo nivel y si en estos  no  actuamos con  mensajes contundentes  de sanción a  la corrupción, las legiones de candidaturas de la “política negocio” seguirá incrementándose y  el poder económico manipulando conciencias,  en  la certeza de que su  “inversión” en las “campañas” será rentabilísima.

El debilitamiento de los mecanismos de control, la  utilización de coartadas con organismos internacionales; la ineficacia, complicidad y hasta encubrimiento de las instituciones  de fiscalización y defensa de la legalidad como las fiscalías anticorrupción, procuradurías y la CGR (constitucionalmente competente para fiscalizar el manejo de recursos públicos),   entusiasman  más las “postulaciones negocio” que debemos identificar para  no dejarnos  embaucar.

Vale un esfuerzo para auditar –como se debe–  las “inversiones” de los gobiernos sub nacionales  con mayor  presupuesto ejecutado en el periodo, cruzar información  y establecer cuántas denuncias por corrupción se han archivado en las  fiscalías y juzgados, y cuántas  no han “pasado” en la Contraloría; efectivizar un seguimiento a las millonarias campañas para deslindar su financiamiento con dinero mal habido. 

Es  hora de iniciar  la  lucha contra la corrupción desde el voto consciente de la ciudadanía y vigencia de los partidos,  obligados a demostrar que un Plan de Gobierno necesita un equipo político y técnico con valores, sustento ideológico y convicción de servicio.


Pedro Morales Mansilla.