Amigos, me permito compartir con
ustedes el texto del artículo “Casos Chuspicocha y Lazo Huntay”, publicado por
el Diario Correo - Huancayo. Gracias por su generosidad y su
tiempo.
Paso, al debate.
CHUSPICOCHA Y LAZO HUNTAY….¿EL
RESARCIMIENTO?
Escribe: Pedro Morales Mansilla.
A propósito del III Foro Nacional
“Agua para la región Junín; estrés hídrico, amenaza global”.
A fines de Diciembre de 1990 se
desborda la laguna de Chuspicocha a consecuencia del desprendimiento de una
masa de hielo del nevado Huaytapallana, causando lamentables daños materiales,
sobre todo en la cuenca del río Shullcas. El gobierno local la declara en
emergencia. Se restablece el manejo del nivel del espejo de agua con las
compuertas que venían funcionando en el tiempo y se refuerza los diques de
contención sin estropear la naturaleza, negándose rotundamente al desembalse
que -incluyendo la laguna de Lazo Huntay- nos planteaban algunos, como la
Empresa Ingeniería Subterránea. La consideramos innecesaria, atentatoria al
equilibrio del ecosistema de la cuenca y para el abastecimiento de agua
(consumo humano y agropecuario).
Por ello, nos generó sorpresa la
publicación del Decreto Supremo N° 002- 93-PCM del 10 de enero de 1993
declarando en Estado de Emergencia las lagunas y exonerándose de los requisitos
de Licitación Pública la ejecución de las obras pertinentes, lo que se consuma
y se amplía con el Decreto Supremo, N° 027-93-PCM del 1° de mayo de 1993. Es
decir, pese a nuestra enérgica oposición expresada en Acuerdos de Concejo,
comunicados públicos y denuncias ante los órganos competentes, el gobierno del
presidente Fujimori, perpetra un crimen ecológico ordenando el irracional
desembalse. “Curioso”, la ganadora de la “invitación” fue la misma Ingeniería
Subterránea, a la que negamos la misma propuesta.
De los archivos (Municipalidad,
Sedam Huancayo, PCM, Congreso, INDECI y Gobierno Regional) se constata que fue
el gobierno central a través del INDECI, en complicidad con el CETAR- Junín, el
responsable de las “obras” que prepotentemente se ejecutaron. Ante la afrenta,
pese a la crítica de los “gobiernistas”, enfrentando amañadas encuestas con las
que se pretendía hacer ver que los huancaínos consideraban “el desembalse como
necesario” y demostrando que nuestra oposición no obedecía a una animadversión
al gobierno central, recurrimos a organismos internacionales solicitando nos
destaquen un técnico de reconocido prestigio a fin de que realice in situ los
estudios de las consecuencias del criminal desembalse. El Geólogo Dr. FRAND
Durrant P. concluyó: efectivamente, era un crimen ecológico de consecuencias
irreversibles y dejó un valioso documento (1994) “Desarrollo y Protección de
las Futuras Fuentes de Abastecimiento para Huancayo”.
En el Congreso, presentamos las
Mociones de Orden del Día 187/2000 y 109/2001, por cuya aprobación se nombra
una “Sub Comisión Investigadora del Desaforo de las Lagunas de Lazo Huntay y
Chuspicocha”. Su Informe Final fue aprobado por el Pleno en marzo del 2005,
concluyendo que “existe responsabilidad en el INDECI, el daño es irreversible y
que los trabajos del desaforo se realizaron sin Estudios de Impacto Ambiental.
Además, las obras de ingeniería hidráulica y civil tienen serias deficiencias;
por lo que recomienda que el Informe sea tramitado al Ministerio Público para
investigar e individualizar los ilícitos, y a la Contraloría General de la República,
para cuantificar los daños causados y determinar el resarcimiento,
A ocho años del inicio de los
trámites, Junín y Huancayo han renovado a sus autoridades regionales, locales y
congresistas. ¿Qué fue del seguimiento al que están obligados? Este episodio no
debe servir para encubrir la incapacidad en el manejo de Sedam Huancayo,
evidente por el retroceso en la calidad, continuidad del servicio diario y
porcentaje de población atendida que venimos sufriendo cerca a tres lustros.
Tampoco el crimen que ha impactado negativamente en el equilibrio ecológico de
la cuenca del Shullcas y el Valle del Mantaro, debe quedar impune. El Estado
debe resarcirnos por el daño causado; esos dineros deben financiar el Plan
propuesto por el señor Durrant. Las inversiones que ahora nos prometen, están
al margen.